24 noviembre 2022

Diario

Ahora no tengo claro
Ahora no tengo claro cuando ya no tengo migraña. Son tan repetitivas y frustrante que a penas tengo momentos sin ellas.
Sólo tomo hemicraneal cuando me pueden.
Recuerdo en otro tiempo, que tras esa tempestad la mente se aclaraba. Decía que me regalaba claridad de mente. Escribía. Percibía la luz y los matices cromáticos con intensidad. Recuperaba la conexión con la vida, tras ese encierro en mí por el dolor, que no sólo es el la zona derecha de mi cabeza, que afecta mi digestivo provocando bloqueos y desastres estomacales, que me hiere al punto de no dejarme dormir.
Y sí, al día siguiente, mi cuerpo baldado fluye sin mucha voluntad, buscando recuperar su cordura y estabilidad.
Ahora mismo, mi cabeza sostiene la presión de unas meninges alteradas. Si he dormido algo, dudo que sean más de un par de horas. En ésta cierto mareo. Son las 7:30. La boca seca. Como un estropajo.
Ayer sentí empacho. La comida no me había sentado bien. No merendé, esperando darle tiempo. En la noche hinchazón y gases. Tomé un hemicraneal.
Ayer desperté con dolor de garganta. Tomé ibuprofeno y tisana de tomillo con miel. Me alivió. Tenía décimas.
Hasta pasadas un par de horas de la comida todo parecía ir bien. Fue en la hora de la merienda que empezó la sensación de dificultad en la digestión.
Otras veces los síntomas son de dolores en todas las articulaciones.
La de ahora es digestiva. 

La lluvia dio tregua ayer.
Lleva lloviendo toda la noche.
Tenía previsto ir a cardiólogo. He cambiado la cita para el 2 de diciembre. No tengo el cuerpo para milongas.
Y con esta lluvia menos.

Tengo aviso para recoger horno.
Me ilusiona tenerlo.
El de la casa no me ofrece garantías. Tiene la bombona al lado. Considero imprudente usarlo.

La tía no está bien. No sé si las celebraciones venideras podrán hacerse como prometían.

Ayer escribí narrativa. Llevaba mucho tiempo sin acceder a esa escritura.
La lectura del momento me incitó.
Me gustaría seguirle el paso.
Publiqué en el blog el inicio, y añadí algo más en las notas del ipad. A ver si da para más.
Días atrás muchos de mis escritos nacían de recuerdos.

15 noviembre 2022

Igual…

 


Estoy domesticada.

Lo conseguisteis.

No puedo recordar cómo, pero lo hicisteis.

Cortasteis mis alas.

Me impusisteis límites.

Aquí sigo.

Rota.

Fracturada.

Desarmada.

Mi tiempo se acorta.

Igual mañana el cielo no vea mi cara.

Igual los años que vienen me esperen para devolverme al vacío y olvido de mí.

Igual, esta pacífica presencia revoluciona y engendra un torbellino de nueva semblanza.

Ser influencer

Tras la cámara Tras la cámara se oculta el miedo. No tienes frente a frente a quienes te van a ver. Es como el avestruz que esconde sus ojos...