Los niños crecen.
Las niñas crecen.
Se hacen hombres o mujeres.
Los hay que eligen, de forma inevitable, aún a contracorriente.
Verlos en la memoria de un tiempo entelado los difumina en la mente.
No fui madre.
No llevé a delante una gestación vital.
Mi vida es la encrucijada de errores y negaciones.
Mi vida transcurre en la duda y el desatino.
No lo haría distinto.
Ser es lo inevitable de haber dejado a quien sabría cuidarte y amarte, porque el cuerpo salta sobre las razones y cambias de piel a cada instante.
Mi yo inconsistente.
El tiempo se pliega en mi mente.
Recordaré que hay estuve ausente, que sentí no estar en un ser presente.